#OperaciónPalace ¿Fracaso o genialidad?

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Probablemente, no quede nadie en España que no haya visto o no haya oído hablar sobre la ‘Operación Palace’. La noche del pasado 23 de febrero, La Sexta emitía un programa que, anunciado previamente a bombo y platillo, pretendía sacar a la luz los sucesos acontecidos durante el Golpe de Estado de Tejero. Y la verdad, no dejó indiferente a nadie.

A raíz de este experimento planeado por el periodista catalán Jordi Évole y el equipo de Salvados, ha tomado una gran relevancia el llamado falso documental, también conocido como mockumentary. Pero, ¿en qué consiste concretamente este formato?

Inspirado originalmente para su difusión a través del cine, se trata de una pieza audiovisual, generalmente enmarcada en el ámbito del humor o la sátira, cuyo objetivo principal es mostrar el lado menos conocido de un acontecimiento concreto, con el fin de ‘desenmascararlo’ o de aportar otra visión totalmente diferente de lo mostrado hasta entonces. Si echamos la vista atrás, podemos comprobar que este formato no es nuevo. De hecho, se ha practicado en varios países antes de llegar al nuestro, en la mayoría de ocasiones con resultados magistrales. Veamos algunos ejemplos.

La guerra de los mundos

Fue la referencia a la que acudieron la mayor parte de usuarios de Twitter en la noche del domingo. A modo de noticiario, Orson Welles dramatizaba una obra teatral con la intención de hacer creer a la población un ataque extraterrestre. ¿El resultado? Todos lo conocemos.

This is Spinal Tap

Rob Reiner creaba a mediados de los 80 un documental sobre los inicios de una banda de rock. Una vez más, la ficción superaba a la realidad -aunque con consecuencias no tan trágicas como el anterior ejemplo-. A partir del éxito de la película, los propios actores que protagonizaron el film dieron un salto al mundo musical ‘re-creando’ la agrupación.

Bye, bye Belgium

“Bélgica ha muerto”. De esta manera comenzaba un experimento que pretendía hacer creer a los espectadores de la independencia de una de las zonas del país belga. Considerada como una provocación para una gran parte de los televidentes, fue premiada como Emisión del año en 2007.

El lado oscuro de la luna

Es uno de los falsos documentales que más ha agitado a la opinión pública, sobre todo por tratar en forma de parodia un tema tan controvertido como es la llegada del hombre a la Luna. En él, se especula con la idea de que este hecho mundial fuera en realidad un engaño encargado por el propio Richard Nixon, basado en imágenes de 2001, Una Odisea en el Espacio, película dirigida por Stanley Kubrick.

Con Operación Palace, Jordi Évole ha introducido este género en España, trasladándolo al nivel televisivo. Pero, ¿logró el efecto deseado?

Si lo que pretendía era despertar a la audiencia, seguro que coincidimos en que sí ha logrado su objetivo. Y con creces. Solo hay que comprobar la expectación creada antes, durante y después de su emisión, comprobable tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación tradicionales.

A partir de aquí son muchas cuestiones las que debemos plantearnos. ¿Necesitaba una figura respetada como la del periodista catalán realizar este experimento? ¿Ha quedado demostrado con esto que aún tiene fuerza la televisión como medio de difusión de masas? ¿Es lícito utilizar este formato relacionado con el periodismo? ¿Se trató en realidad de un toque de atención para los espectadores? ¿Está la audiencia tan anestesiada para no darse cuenta de las mentiras que recibe una y otra vez? ¿Tomará este formato mayor fuerza en nuestro país?

Juzguen ustedes. Y, a partir de ahora, tengan muy presente que, en la mayoría de ocasiones, la realidad puede superar la ficción.

Daniel Barberá López

@Dani_Barbera

Consultor de comunicación en Seis60

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