¿Dónde está el anunciante?

Dentro de las muchas técnicas de marketing, publicidad, comunicación y relaciones públicas, hay una que explota como ninguna otra la intriga, el morbo, el saber qué habrá detrás: El teaser.

Desvelar poco a poco el misterio, dar las piezas incompletas de un rompecabezas para que el público se aventure en crear su propia composición de los hechos, ya dejó de ser algo en exclusiva de los best sellers de misterio para acompañarnos a todos en nuestro día a día. Ante ello, nos preguntamos “¿Qué hay detrás de esa imagen que vemos en TV? ¿Por qué la empresa, con el dineral que se habrá gastado en el anuncio, no aparece?”. Está claro que si una compañía hace una inversión para un spot en el que ni siquiera sale, es porque lo va a rentabilizar luego con creces.

Veámoslo con un ejemplo práctico y actual. De pronto, aparece en nuestra pantalla un aviso: “Las bolsas de plástico tardan hasta 400 años en descomponerse”. Después se repite incesantemente la misma combinación de imágenes: “400 años” y “400 caca”. Colores vivos, música repetitiva y el mensaje final, directo: “Bolsa Caca”.

Durante los primeros días de la campaña nadie sabía quién era el anunciante. ¿Una fábrica de bolsas de papel? ¿Alguna asociación protectora del medio ambiente? Paralela y “casualmente” apareció la noticia de que Carrefour había decidido eliminar este tipo de productos de sus centros, convirtiéndose en la primera compañía de distribución nacional en hacerlo.

La opinión pública veía en los informativos de televisión, escuchaba en la radio, leía en los periódicos, que las bolsas serían retiradas porque son malas para el medio ambiente. Mientras tanto, la imagen incesante: “Bolsa Caca”. Bombardeo masivo contra este elemento de plástico que está acabando con el mundo. Incluso se creó una web relacionada con la campaña.

De pronto, de un día para otro, aparece el anunciante. ¿Quién iba a ser, si no? Carrefour. Ahora sí, después de cada spot, aparece su logo. Se desvela el misterio. ¿Ha acabado la novela? No, por supuesto, simplemente nos hemos leído el prólogo.

Con todo esto, se ha conseguido un doble objetivo. Por un lado, ahorrar en costes, ya que ahora se venden las bolsas ecológicas. Por otro, autoposicionarse como la cadena de distribución más verde de España. Todo ello con una campaña simple, pero bien orquestada: “Bolsa Caca”.

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